Incrementar un 50% la productividad, reducir un 13% las bajas por enfermedad, aumentar un 76% el compromiso o sentirse un 29% más satisfecho con su vida, son solo algunos de los beneficios que se obtienen al fomentar la confianza entre los miembros de un equipo. Ha sido demostrado en experimentos neurocientíficos.
La neurociencia aporta mucha información para comprender cómo funcionamos a nivel neuronal y, en consecuencia, cómo podemos mejorar.
La confianza ha sido objeto de estudio del neurocientífico Paul J. Zak que ya hace unos años detectó y estudió la relación entre oxitocina y confianza.
La oxitocina es conocida como la "molécula de la confianza", ya que provoca e incrementa este sentimiento en las personas. Por ejemplo, P.J. Zak y su equipo demostraron que la oxitocina provoca tanta confianza en las personas, que incluso son capaces de ser más generosas dando dinero a desconocidos con la esperanza de que aquellos les corresponderán.
Los resultados de estas investigaciones demuestran que los miembros de equipos en los que existe un alto nivel de confianza, comparados con los que tienen una confianza baja, exhiben un 50% más de productividad, sufren un 13% menos de bajas por enfermedad, padecen un 74% menos estrés, aumentan un 76% su compromiso y están un 29% más satisfechos con su vida.
Estos resultados sumados a los conocimientos de los procesos hormonales derivados de la liberación de oxitocina muestran que fomentar la confianza puede resultar verdaderamente rentable, tanto para las personas que lideran equipos, como para los miembros de los equipos y para las empresas en términos de productividad y eficacia.
Además, aumentar la confianza contribuye a producir más, sentirse mejor y tener mejor salud, por lo que todo el mundo sale ganando.
Pero ¿cómo se fomenta la confianza?
Zak propone hasta 8 acciones o actitudes a desarrollar, orientadas a liberar oxitocina, y por lo tanto, a ganar confianza. Son acciones fáciles de implementar, que generalmente tenemos a nuestro alcance, y que dependen en gran medida de la voluntad y de la estrategia que cada líder o cada empresa decide adoptar. Se han hecho coincidir con el acrónimo OXYTOCIN y son:
1. Ovación
2. eXpectativa
3. Iniciativa
4. Transparencia
5. Opciones
6. Cuidado
7. Inversión
8. Naturalidad
Veamos brevemente en qué consiste cada uno de ellas:
1º Ovación
Reconocimiento. Reconocer u ovacionar los logros de las personas a nuestro cargo, cada vez que alcancen una meta o etapa del trabajo de equipo. Hacerlo de forma escueta, directa, en el momento adecuado, pero solo para reconocer acciones que merezcan ser reconocidas, es decir, evitar la banalización del reconocimiento, que llevaría a la perdida de la efectividad.
2º eXpectativa
Crear expectativa a través de los objetivos que proponemos al equipo. Estos objetivos deben ser retadores pero factibles.
Si el objetivo se vive como inalcanzable, provocará estrés, se activará el circuito hormonal de ese estado, capitaneado por la liberación de cortisol (la hormona del estrés), que a su vez inhibe la liberación de oxitocina, y a largo plazo, si se mantiene, provocará daños a la salud de la persona que lo sufra.
Por lo tanto, cuando establecemos objetivos para nuestro equipo, tenemos que procurar que se asuman como retos posibles.
3º Iniciativa
Permitir a los miembros del equipo realizar las tareas a su manera, con iniciativa, con su propio estilo. Eso hace que la persona se sienta bien. Hay que evitar actuar como “micromanagers”, ya que esa conducta del líder pone al colaborador fuera del circuito de la oxitocina, y merma su autoconfianza y su innovación.
Actuar con iniciativa y control sobre tus actos, al frente de tus decisiones, hace que la persona se sienta bien y se comprometa más con la tarea.
4º Transparencia
Hablamos de la transparencia informativa. Compartir de forma abierta la información del proyecto con nuestro equipo, hace que sus miembros se sientan más involucrados y con mayor confianza.
5º Opciones
Dentro de lo que sea posible, tenemos que dejar a la persona optar por las tareas en las que quiere involucrase. Esa libertad de elección, aún cuando sea en, qué parte de la tarea dedica mayores esfuerzos, hace que la persona se comprometa más y se sienta con más confianza, con la tarea y con el equipo.
6º Cuidado
Como responsables de un equipo, tenemos la obligación de mostrar interés por las personas que dirigimos. Esa atención o cuidados, que generalmente llamamos empatía, provoca confianza y bienestar en las personas. Además, la empatía es altamente contagiosa, por lo que la persona que la recibe, suele compartirla siendo empático o empática con las demás personas con las que interactúa.
7º Inversión
Invertir en el desarrollo de las personas del equipo, procurando su crecimiento.
No solo hablamos de invertir en formación formal, mediante cursos que pueden estar en manos de otros estamentos de la empresa, nos referimos también a la ayuda para crecer que todo líder tiene la obligación de prestar, si pretende ser un buen líder. Esta inversión hará que la persona aumente su gratitud y su confianza.
8º Naturalidad
Mostrarse vulnerable, aceptando los errores como parte del proceso de aprendizaje, tanto si ocupas una posición de liderazgo como si eres un miembro más del equipo. Esa naturalidad de trato hará que la persona se fíe, es decir, tenga confianza para mostrar sus ideas y eso hará que aporte conocimientos, innovación y valor al equipo.
La mejora en cualquiera de estos ocho aspectos, de la magnitud que sea, provocará la liberación adicional de oxitocina, ésta estimulará la serotonina y la dopamina y, a través de unos mecanismos fisiológicos concretos, que ya comentaremos en otro post, nos abocarán a un estado de mayor salud, de mayor bienestar y de más productividad, a través de la creación de confianza en nuestro equipo.
¿Estás dispuesto a emprender el camino?
Autor: Luis Santamaria (Psicólogo-coach y consultor)
*Paul J. Zak, Trust Factor, The Science of Creating High-Performance Companies, AMACOM, New York