La del fabricante californiano de vehículos eléctricos es una estrategia poco convencional que ha conseguido los objetivos a largo plazo que tenía la compañía. El caso de TESLA es el primero de una serie de seis ejemplos de "Mejores Estrategias de Negocio" que publicaremos con carácter semanal.
Cuando se trata de lanzar un nuevo producto al mercado, las empresas suelen crear un “producto mínimo viable” (MVP, del inglés Minimum Viable Product) que no es más que una primera versión del producto con menos funcionalidades y que se pone a la venta a un precio inicial bastante bajo (no solo para generar interés, también para compensar su falta de prestaciones).
Este concepto es llevado hasta el extremo por bastantes empresas tecnológicas emergentes, que lanzan la primera versión de su producto de forma totalmente gratuita, con la idea de monetizar las siguientes versiones, ya probadas y más completas en cuanto a sus funcionalidades.
Sin embargo, TESLA hizo todo lo contrario. El objetivo a largo plazo de la compañía era convertirse en la mayor empresa automovilística del mundo; y si de volumen de negocio se trata, era imprescindible para el fabricante liderar el segmento de los automóviles de gama baja, es decir, coches cuyo precio está por debajo de los 30.000$
Pues TESLA, en lugar de dirigirse a este mercado creando una versión barata y de pocas prestaciones de su coche eléctrico, creó el TESLA ROADSTER, un lujoso coche deportivo con todas las prestaciones posibles y un precio de salida superior a los 200.000$. Los primeros prototipos fueron mostrados al público en 2006 y entre 2008 y 2012 la compañía puso en circulación más de 2.000 unidades en todo el mundo.
A pesar de su estrategia poco convencional, el avance de TESLA ha sido imparable.
En el primer semestre de 2020, 1 de cada 5 coches eléctricos vendidos en todo el mundo era un TESLA, concentrando el 21% de las matriculaciones a nivel mundial. Por detrás de Tesla se sitúan BMW y Volkswagen (7%), Volvo, Renault, Hyundai, BYD, Kia y Audi (4%).
¿Cuál es la razón de este éxito? ¿Qué podemos aprender de Tesla?
En primer lugar hay que reconocer que Tesla ha triunfado en lo que se refiere a su objetivo de fabricar coches eléctricos producidos en masa y ya ha llegado al punto de obtener sustanciosos beneficios.
Por otra parte, gran parte de su estrategia comercial fue “forzada” pues no había manera de crear un coche eléctrico para el mercado de gama baja sin tener economías de escala. Siendo como eran una startup (creada en 2003), ni siquiera podían soñar con esas economías de escala. Y puesto que lo que estaban construyendo era tan único, no podían confiar en subcontrataciones o asociaciones con otras empresas para obtener las economías asociadas a la producción masiva.
Realmente, la estrategia de la cadena de suministro de TESLA es uno de sus movimientos más brillantes. Sabían desde el principio que las baterías constituían no solo el mayor obstáculo tecnológico para su automóvil, sino también el mayor cuello de botella para la cadena de producción. En lugar de doblegarse ante esta circunstancia, tomaron control completo invirtiendo en fábricas de baterías. No solo se aseguraban diseño y suministro, también conseguían beneficios adicionales vendiendo parte de las baterías producidas a través de empresas comerciales paralelas, como es el caso de Powerwall.
Ciertamente este plan de negocios exigió grandes cantidades de capital, y a pesar de que su fundador Elon Musk es rico, no lo suficiente para financiarlo todo. Pero si tenía una marca personal para conseguir fondos y una presencia continua en los medios de comunicación.
Fuente: CASCADE: The 6 Best Business Strategy Examples I've Ever Seen
Otros Links de Interés