El poder de la planificación estratégica para los nuevos directores generales

El papel de un director general es a la vez multifacético y exigente, y requiere un planificado equilibrio entre liderazgo, visión y perspicacia estratégica. Cuando un nuevo CEO toma el mando, el reto de implementar el cambio de manera rápida y efectiva es particularmente importante. La realidad es que la mayoría de las organizaciones cambian de director general porque buscan virar el rumbo o ansían una aceleración. 

En este artículo, exploraremos cómo impulsar el cambio de manera efectiva sin crear disrupciones innecesarias para la organización o para el negocio. También exploraremos cómo una planificación estratégica puede capacitar a los directores generales entrantes para impulsar ese cambio, mejorar el desempeño organizacional y lograr los objetivos estratégicos que se plantee. 

El dilema del CEO 

Los directores generales entrantes a menudo se enfrentan a un reto paradójico: la necesidad de realizar cambios rápidos y decisivos y al mismo tiempo garantizar que esos cambios se alineen con la visión y los objetivos a largo plazo de la organización. La presión para lograr resultados rápidos y demostrar un impacto inmediato puede ser alta, pero el riesgo de que algunas decisiones apresuradas conduzcan a consecuencias no deseadas está siempre presente. La planificación estratégica sirve como un poderoso aliado para navegar por este delicado equilibrio, ofreciendo un enfoque estructurado para la gestión del cambio que combina la velocidad con la alineación estratégica y permite encontrar una manera de moverse rápida e iterativamente entre escuchar y actuar. 

Los directores generales entrantes que pasan directamente a actuar probablemente creen una resistencia innecesaria al cambio (que, en el mejor de los casos, será del tipo invisible). Por otro lado, aquellos que pasan demasiado tiempo en la fase de escucha pueden ser vistos como ineficaces o incluso “débiles”. 

Uso de la formulación y ejecución de la planificación estratégica como CEO entrante 

Obtener visibilidad sobre el estado actual de la actividad de la organización 

Si tu organización ya ejecuta un plan estratégico, entonces ya tienes una excelente herramienta que te dará la visibilidad que necesitas para saber en qué están trabajando las diferentes divisiones y equipos. Lo mejor de la planificación estratégica es que no solo captura los proyectos en los que están trabajando tus colaboradores, sino también los indicadores y las medidas del éxito que se han fijado para cada uno de ellos, así como los objetivos estratégicos que se quieren alcanzar a largo plazo. 

Este es un excelente punto de partida para ayudarte a responder a las preguntas inevitables que te plantearás, más pronto que tarde, como director general entrante: 

• ¿En qué están trabajando mis equipos?
• ¿Están siendo lo suficientemente ambiciosos?
• ¿Puedo simplificar alguna superposición o duplicidad?
• ¿Son o no un equipo alineado y cohesionado con objetivos compartidos sólidos?
• ¿Se evidencia algún valor “atípico” (bueno o malo) en términos de desempeño?

Por supuesto, tendrás muchas conversaciones cara a cara con tu equipo durante la fase de incorporación al puesto; sin embargo, las herramientas derivadas de la ejecución del plan estratégico te proporcionan datos reales para validar o cuestionar parte de la información que recibas verbalmente. También te permiten demostrar que te preocupas por tu gente y por el trabajo que están haciendo y que les tienes en cuenta para la toma de decisiones. 

Planificación estratégica y alineación 

Invariablemente encontrarás ejemplos de desalineación e ineficiencia en tu nueva organización. Uno de los primeros pasos para un CEO entrante es alinear la estrategia de la organización con la ejecución. Un buen plan estratégico proporciona un espacio común para desarrollar, refinar y comunicar objetivos estratégicos. A través de las herramientas de seguimiento de la ejecución y las actualizaciones periódicas, el director general puede garantizar que toda la organización esté en sintonía y tenga un entendimiento compartido de la visión y de los objetivos. 

Nuevamente, esto no significa comenzar desde cero; es posible que ya se estén ejecutando muchas iniciativas estratégicas excelentes en toda la organización. Al poner al día lo que ya existe en lugar de destrozarlo todo y empezar de nuevo, te permitirá imprimir tu propia dirección al negocio sin correr el riesgo de desenfocar a las personas que ya estaban haciendo un trabajo perfectamente apropiado. 

Canales de comunicación claros 

Una de las primeras cosas que querrás establecer como CEO entrante, juntamente con tu nuevo equipo directo, es un conjunto claro de reglas sobre cómo deseas comunicar la estrategia y los objetivos. Es posible que el CEO anterior ya lo estuviera haciendo bien y tu simplemente quieras heredar sus procesos. Aunque lo más probable es que quieras implementar una cadencia de comunicación que tu experiencia te ha demostrado en el pasado que funciona bien. 

La planificación estratégica y la ejecución del plan con sus herramientas de seguimiento facilitan una comunicación transparente al proporcionar un espacio común para compartir información, novedades y expectativas. Te facilita informes y cuadros de mando que todo el equipo actualizará regularmente con la última información sobre su desempeño estratégico y operativo. Esto garantiza que los colaboradores de todos los niveles de la organización estén informados, comprometidos y alineados con la visión del director general, creando así un entorno propicio para el cambio. 

Gestión del progreso de la ejecución y seguimiento de los KPIs 

Para impulsar el cambio, es crucial medir periódica y repetidamente el progreso de la ejecución y ajustar las estrategias en consecuencia. Como director general entrante, sin duda habrás recibido un mandato bastante sólido del consejo de administración sobre qué indicadores debes priorizar. ¿Quizás te han encomendado la tarea de aumentar rápidamente la facturación, paso previo a una adquisición? ¿Quizás tu objetivo sea reconstruir la marca y aumentar los niveles de confianza del consumidor? 

Cualesquiera que sean los indicadores en los que necesites focalizar a tu organización, éstos deben de estar al frente y en el centro de tu estrategia. 

Un buen plan estratégico con una ejecución sólida incluye herramientas para definir métricas y ver cómo cada parte del negocio contribuye directa e indirectamente a esos indicadores. El cuadro de mando y el seguimiento de la ejecución de los proyectos estratégicos permite al director general tomar decisiones basadas en datos, identificar áreas de éxito o de preocupación y recalibrar estrategias según sea necesario para mantener el rumbo hacia el horizonte definido por el mandato que te ha encomendado el consejo. 

Ejecución ágil, gestión de proyectos y el impacto del “año uno” como director general 

En última instancia, querrás cambiar algunas de las cosas en las que la organización está trabajando. Ser capaz de implementar estos cambios de forma rápida y con determinación probablemente será lo que defina tu primer año como director general entrante. 

La planificación estratégica y las herramientas de gestión y seguimiento de la ejecución de los proyectos permiten al director general supervisar iniciativas, asignar recursos de manera eficiente y responder rápidamente a la dinámica cambiante del mercado. Esta agilidad es vital para mantener el impulso frente a la incertidumbre y para poner en valor el impacto de tu “año uno” como director general. 

Compromiso y empoderamiento de los colaboradores 

Las iniciativas de cambio tienen más éxito cuando los empleados participan en ellas y cuando se les empodera activamente. Incluso si tu función antes de ser nombrado director general estaba dentro de la propia organización, es probable que no tengas relación directa y de confianza en todos los rincones de la empresa. 

La planificación estratégica fomenta la colaboración y la inclusión, proporcionando espacios de discusión comunes para que los colaboradores aporten ideas y comentarios, y sientan que son propietarios del proceso de transformación. Esto no sólo mejora la moral, sino que también aporta visión desde diversas perspectivas que te ayudarán a enriquecer la toma de decisiones. 

Este compromiso de hacer que esta planificación “bottom-up” forme parte de tu filosofía como director general, contribuirá en gran medida a generar y mantener la confianza y el compromiso, no solo de tu equipo directo, sino también del resto de niveles de la organización. Al mismo tiempo tendrás visibilidad completa y, en última instancia, control del timón en el caso que detectes cosas que se estén desconectando de tu visión general. 

Pon en valor tu primer año de liderazgo con la definición y ejecución de un plan estratégico 

En este panorama tan dinámico tanto en el entorno macroeconómico como en las organizaciones, el papel de un director general entrante es, a partes iguales, desafiante y emocionante. La capacidad de impulsar un cambio transformacional de forma rápida y eficaz es una habilidad que puede definir el éxito de un nuevo líder. 

La definición y la ejecución de un plan estratégico proporciona a los directores generales el marco y las herramientas necesarias para alinear la organización, comunicarse de manera efectiva, medir el progreso y adaptarse rápidamente a las circunstancias cambiantes. A medida que las organizaciones sigan evolucionando, la definición y la ejecución de la estrategia probablemente se convertirá en la piedra angular de un éxito que se mantenga sostenido en el tiempo. 

 

Fuentes:  

“Driving Organizational Transformation: The Power Of Strategy Execution Platforms For New CEOs” 

https://www.cascade.app/blog/strategy-execution-platform-ceo 

Kaplan, Robert S. y David P. Norton, The Strategy-focused organization, Boston, MA: Harvard Business School Press, 2000 

 

Jordi Pons – Director general & Consultant