Neurociencia y Fans del futbol

Neurociencia y fans de futbol

Acabamos de vivir una efervescencia del fenómeno de los hinchas de futbol por todo lo alto. El hecho de que el combinado español haya alcanzado la final ha favorecido la aparición de un apoyo generalizado, que hace que, hasta personas que no suelen ser seguidoras acérrimas de ningún equipo o selección, hayan estado atentos a una pantalla este pasado domingo. ¡Ah! felicitaciones para todos los fans y seguidores de la Selección Española, campeona por cuarta vez de la Eurocopa.

Pero más allá de los colores, lo que pretendo es hacer una reflexión desde la neurociencia del fenómeno “supporters” o “fans”…

Desde ese punto de vista, existen varios mecanismos relacionados con el comportamiento que hemos sentido o hemos visto en los aficionados al fútbol. Los describiré brevemente:

 

  • Activación del sistema de recompensa cerebral:

Liberamos dopamina, una de las hormonas más importantes del sistema de recompensa del cerebro. Este sistema ayuda a que repitamos aquellas acciones o comportamientos que nos hacen disfrutar o que nuestro cerebro considera buenas para nosotros. A lo largo de un partido de fútbol, la vivencia de muchas situaciones emocionales como los goles, las faltas, los penaltis, las victorias, etc., provocan la liberación dopamina que a su vez producirá euforia y dará mucha energía a los aficionados.

  • Establecimiento de conexiones sociales:

Formar parte de un grupo, reunirse con ellos, interactuar, provoca la liberación de oxitocina, la "hormona del amor" u "hormona del vínculo". Esta hormona refuerza el sentimiento de pertenencia y las relaciones sociales, lo que podría explicar la cohesión y lealtad que se desarrolla entre los seguidores de un mismo equipo.

  • Desarrollo de Empatía:

o Las neuronas espejo, unas células cerebrales que se activan tanto cuando una persona realiza una acción como cuando ve a otra realizar la misma acción, hacen que los aficionados puedan sentir las emociones y el estrés de los jugadores durante el partido. Esto contribuye al desarrollo de la empatía y la identificación con cada uno de ellos y con el equipo. Una entrada dura a uno de nuestros jugadores, una decisión arbitral que nos parece injusta, etc. las sentimos como si nos la hubieran hecho a nosotros mismos.

  • Toma de decisiones y control de impulsos:

El córtex prefrontal interviene en la toma de decisiones, el control de los impulsos y el juicio. Esta parte del cerebro está muy activa durante un partido, ya que los aficionados nos pasamos parte del encuentro analizando las estrategias, discutiendo las decisiones arbitrales y prediciendo los posibles o necesarios cambios y jugadas futuras. También, su bloqueo en momentos álgidos puede provocar esas manifestaciones algo exageradas que muchos hacemos cuando ocurre un hecho singular, como que nuestro equipo marque un gol, o que el arbitro expulse a uno de nuestros jugadores.

  • Desarrollo de estrés:

Los partidos de fútbol pueden ser situaciones muy estresantes, como el último partido de la Eurocopa. Nuestro sistema nervioso simpático (SNS) reacciona ante esta situación liberando adrenalina y noradrenalina, que actúan sobre nuestro cuerpo, provocando respuestas físicas como aumento del ritmo cardíaco, sudoración, aumento de la presión arterial, tensión muscular, e incluso en algunos momentos, pánico o agresividad.

  • Reacciones emocionales

Las amígdalas desempeñan un papel crucial en la respuesta emocional en cualquier momento y no van a estar ausentes durante los partidos. Son responsables de las respuestas de miedo y agresividad que pueden desencadenarse en situaciones de gran estrés o conflicto como son los partidos de alta intensidad, o cualquier partido en un persona muy fan de su equipo, en cualquier fin de encuentro.

  • Autoconcepto e identidad

Para muchos aficionados, el fútbol es más que un deporte, es una parte importante de su identidad. Apoyar a un equipo puede ser una extensión del concepto que uno tiene de sí mismo, y las victorias y derrotas del equipo pueden sentirse como éxitos o fracasos personales. El resultado de la final de la Eurocopa, sin duda habrá sido una experiencia muy satisfactoria para los fans y muchos seguidores de la selección española. Esa victoria habrá hecho sentir mucha felicidad, habrá aumentado la autoestima, y potenciado la identificación con el equipo campeón.

 

Todos estos mecanismos neurológicos se combinan para crear la pasión y devoción que vemos en los aficionados al fútbol y que sentimos los que lo somos, lo que demuestra que nuestro cerebro puede verse influido por muchos factores sociales y emocionales.

En conclusión, sentir pasión por alguna actividad, en este caso por un equipo de un deporte mayoritario como el futbol, hace que todo nuestro sistema neuronal se active y sintamos, alegría, tristeza, rabia y como no el miedo a perder.

 

Luis Santamaria– Psicólogo coach

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